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  • Foto del escritorAntonio Amilivia

5 CONSEJOS PARA COMENZAR UN RETRATO REALISTA A LÁPIZ

Actualizado: 25 oct 2022


Diego Koi

Existen soluciones rápidas para reproducir a un sujeto en una foto, para ampliarlo o reducirlo sin distorsionarlo: son las cuadrículas. El punto positivo es que se consigue una reproducción muy fiel del sujeto, de forma rápida y sin dificultades, los puntos negativos son el tiempo necesario para dibujar las cuadrículas y la obligación de trabajar a partir de una foto en papel. Es imposible dibujar de un modelo vivo.

Pero el principal defecto de estos métodos, en mi opinión, es que aportan muy pocas habilidades a quienes los practican. Aunque te permitan hacer rápidamente retratos que queden bien, ¡nunca te permitirán aprender a dibujar!

Si te gusta dibujar y quieres APRENDER, utilizar el método de la cuadrícula para reproducir tu tema es una falsa buena solución. Reproducir no es dibujar y viceversa. Reproducir a escala con una cuadrícula no permite progresar, (aunque entiendo su uso por muchos, sobre todo al principio). Pero creo firmemente que hay que atreverse a equivocarse, a fallar, a ser "feo" a veces, y eso no es grave, no es un fracaso, sino una etapa normal en el aprendizaje del dibujo. Lo experimento todos los días y, créeme, cada dibujo que hago es un reto.

Porque sé que aprender a dibujar rostros es difícil y el resultado no siempre es tan bueno como uno espera, pero cada día se aprende y cada día se mejora.

El ojo y la mano aprenderán a trabajar juntos y el resultado no dejará de sorprenderte con un poco de paciencia y, por supuesto, ¡muchas horas de dibujo!

Así que para empezar con una buena base, aquí tienes 5 consejos para empezar a dibujar retratos en buenas condiciones y con método.


1. La elección del modelo fotográfico: centrarse en la simplicidad


No es necesario ponerte obstáculos desde el principio. Empezar por lo menos complicado es una prueba de sentido común que te permitirá progresar sin desmoralizarte. Poner el listón demasiado alto en relación con las propias capacidades no siempre es constructivo, especialmente en el ámbito artístico. Por mi parte, prefiero dividir las dificultades y aumentarlas a medida que avanzo para no desanimarme ni rendirme. Una foto de una cara, con rasgos equilibrados, bien iluminada y con una expresión más bien neutra (sin risas, sin muecas, etc.) ya es un reto para dibujar pero con un buen método y consejos paso a paso es perfectamente factible.

Así que evita ciertas fotos: borrosas, en color, con demasiada o poca exposición, las de 3/4 que requieren un poco más de control sobre la perspectiva y el volumen, las que tienen demasiada expresión, etc. Todo a su tiempo y el éxito será tuyo.


2. Elección del equipo y lugar de trabajo


La elección del material depende del resultado que se quiera obtener, pero para dar una idea general, siempre es mejor empezar por lo más sencillo: se necesita al menos un lápiz 2B, que permitirá hacer tanto el boceto inicial (con la menor presión posible sobre el papel) como el acabado del retrato con la acentuación de las sombras. Por supuesto, también necesitarás una goma de borrar, un sacapuntas, un difumino para difuminar y mezclar los trazos del lápiz y un papel blanco. Un Canson (120g/m2) con un acabado fino y no satinado será perfecto.

Evita en la medida de lo posible los papeles demasiado finos (como el de las impresoras) que no soportarán la presión de los lápices de grafito, ni la goma o el emborronamiento. Evita también los papeles con un grano (relieve del papel) demasiado grueso, por ejemplo el papel de acuarela, cuanto más grano tenga tu papel, menos posible será trabajar con detalle y precisión.

Un alto relieve confiere al dibujo una textura gruesa que será incompatible con un dibujo preciso. Evita también empezar con un formato demasiado grande (¡es muy tedioso!) que requerirá mucho tiempo y trabajo, así como un mayor riesgo de error en las proporciones dado su tamaño. Lo mismo ocurre con los formatos demasiado pequeños, que dificultarán el ajuste de los detalles.

No dibujes en horizontal: esta es una de las principales causas de los errores de perspectiva y de distorsión del dibujo, es mejor que te acostumbres a trabajar delante de tu papel como si estuvieras trabajando en un caballete, lo mejor es adquirir un tablero de madera para poder moverte frente a él sin demasiadas limitaciones, como un pintor, para poder girar tu dibujo, examinarlo desde otros ángulos, alejarte y visualizarlo en su conjunto. Si no tienes más remedio que dibujar en una mesa, recuerda enderezar el dibujo con frecuencia y mirarlo así para tener un buen ángulo de visión.

3. Cuida el boceto inicial

No se puede construir una casa duradera sobre malos cimientos. Las reglas son las mismas en el dibujo, es difícil hacer un retrato exitoso con un mal boceto inicial. Si las proporciones iniciales son erróneas, todos nuestros esfuerzos por conseguir el parecido serán inútiles y corregir un retrato en mitad de la realización es siempre más complicado; la goma daña el papel y los rastros que quedan siempre distorsionan nuestra percepción de los rasgos. Por no hablar del desánimo.

Por lo tanto, el boceto básico es ESENCIAL, así que es mejor tomarse el tiempo para hacerlo con cuidado y con la menor presión posible para poder corregir los errores. Siempre comienzo mi dibujo con líneas y trazos que marcan los puntos de referencia en el espacio (vertical y horizontal).

A continuación, trazo los puntos de referencia sobre estas líneas: distancia entre los ojos, alineación de la nariz en relación con los ángulos de los ojos, etc., para construir un rostro que tenga en cuenta mi modelo.

Las proporciones de un rostro dependen de varios factores: tipo étnico, edad y sexo. Estas tres variables determinarán la posición "general" de los rasgos del rostro humano. La posición del triángulo ojos-nariz-boca no será la misma en la cara de un adulto que en la de un niño, las proporciones y distancias entre estos tres elementos serán muy diferentes según la edad, pero también según el sexo y el tipo étnico.

Sin embargo, es cierto que un rostro humano se construye según un patrón común con variables (por ejemplo, esta característica permite la existencia del reconocimiento facial en la mayoría de los smartphones).

Pero, cuidado. Hacer un boceto cuidadoso no significa ser preciso desde el principio. Siempre hay que ir de menos a más, empezar con un garabato y terminar con la obra maestra. Así que se empieza por hacer una construcción lógica y geométrica del sujeto a dibujar, se trazan las líneas de referencia para los ojos, la nariz, la boca. De hecho, aquí también utilizamos una cuadrícula, ¡pero imaginaria!

Cambiar la forma de mirar el trabajo también es esencial: permite ver los errores en las proporciones, si es que los hay. Para ello, puedes utilizar la prueba del espejo, mirando tu dibujo a través de su reflejo. Muy a menudo, cuando se lleva algún tiempo dibujando, los ojos se acostumbran a lo que ven, y los fallos ya no saltan a la vista. Para ello, puedes poner tu dibujo boca abajo, esto cambia tu percepción y resalta los posibles fallos, también puedes hacer una foto de tu dibujo, yo lo hago a menudo y curiosamente, siempre me doy cuenta en ese momento de mis errores de proporciones o parecido.

La expresión "dar un paso atrás" cuando se tiene un problema para encontrar una solución tiene sentido en el dibujo: cuando se cambia el punto de vista frente a la obra, a menudo se encuentra lo que está mal y se puede corregir antes de que sea demasiado tarde. Procura levantar la nariz del papel y mirar tu trabajo desde la distancia, en su totalidad.

No dudes en hacer estas pequeñas artimañas nada más empezar a dibujar, te aseguro que es más que frustrante darte cuenta de que te has equivocado en las proporciones después de 5 horas de dibujo.

4. Trabaja en 3D

Para obtener el realismo, el efecto vivo, será necesario prever el dibujo no en 2 dimensiones, es decir, plano, sino en 3D, es decir, en relieve y para ello hay que trabajar teniendo en cuenta los volúmenes. Por eso es más fácil y recomendable empezar a dibujar un retrato con un modelo frontal. Así se evita la dificultad del dibujo en perspectiva que, por ejemplo, en un rostro visto desde 3/4, orientará una parte hacia nosotros, distorsionando ligeramente los rasgos.

Por supuesto, este trabajo de perspectiva también es necesario en un dibujo frontal, pero es menos importante; los rasgos siguen siendo simétricos, los únicos elementos que requerirán ser resaltados son los ojos, la nariz y la boca. Para conseguir este resultado, tendremos en cuenta la "deformación" que producen estos elementos en la superficie de la cara. Me explico.

Una cara, incluso de frente, no es plana. La frente es ligeramente redondeada, las cuencas de los ojos crean una depresión y los globos oculares están medio hundidos en ellas, la nariz es un elemento que sobresale, y los labios están ligeramente doblados ante una cavidad llamada boca. Por no hablar de los pómulos y la barbilla. Por lo tanto, las dificultades se acumulan. Pero para poder dibujar una cara correctamente, hay que entender su estructura.

No dudes en trabajar primero cada elemento de la cara por separado, ojo, boca, nariz, pelo, para aprender a representarlos.

5. Cuida tu escala de valores

Cualquier dibujo empezado unas horas (o unos días) antes, encontrará su consagración en el trabajo de acabado: sombras y contrastes.

Para obtener esta perspectiva de ciertos elementos del rostro, el trabajo de sombras y contrastes será el elemento clave.

Las sombras y los contrastes forman parte de las etapas esenciales del proceso de dibujo. Una vez terminado todo el trabajo de construcción del rostro, una vez que los rasgos son similares y los volúmenes están en su sitio, nos queda terminar nuestro trabajo dándole su relieve y su brillo gracias al ajuste de valores, es decir, todas las variaciones que van del blanco al negro.

En esta fase, corremos el riesgo de reproducir los valores de forma incorrecta y, por ello, de distorsionar los contrastes por exceso o por defecto. En uno de mis próximos artículos analizaré el carácter ESENCIAL de esta escala de valores, porque es el principal escollo para los dibujantes principiantes.

La definición de un valor en el dibujo es la expresión de la luminosidad o claridad, es decir, su posición en la escala entre los tonos oscuros y los claros. Esta es la segunda razón por la que la elección del modelo de partida es importante cuando se empieza: con una foto demasiado contrastada, demasiado oscura o con demasiados reflejos, el riesgo de utilizar mal la escala de valores es muy alto. Es difícil ser preciso y mantener la coherencia en el dibujo; muy a menudo, se peca por exceso y se acaba con un retrato con sombras que literalmente aplastan el dibujo o por el contrario, sin mucho relieve por la flagrante falta de contraste.

Otro consejo muy eficaz y una auténtica salvaguarda es crear tu propia escala de valores y no dudar en comprobar regularmente tus tonalidades comparando los valores de tu dibujo con los de tu modelo.

Lo principal es respetar ciertas condiciones: es mejor trabajar el dibujo de forma global para mantener la coherencia en la realización de las sombras, hay que trabajar de forma progresiva para respetar la escala de valores propia del modelo y hay que tener en cuenta que nada es completamente negro ni completamente blanco. Estos valores extremos de la escala son extremadamente raros en el dibujo.


Bien, estos son mis 5 consejos para empezar un retrato realista. Por supuesto, es difícil abarcar todos los temas en un solo artículo, pero espero haberte dado algunas buenas pautas, y que te hayan entrado ganas de dibujar un retrato.


¡Así pues, a los lápices y buena experiencia artística!


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