Cuando uno se asoma a las redes sociales, no puede evitar sentir una especie de vértigo al ver la cantidad de artistas geniales que allí exponen sus obras. Ante este derroche de calidad, es lógico y normal que a veces dudemos de nuestra propia capacidad para dibujar bien. Pero una cosa es sentir cierta inseguridad —que no solo es normal sino que nos estimula a mejorar— y otra cosa es tener pensamientos negativos que no conducen a nada y nos impiden progresar. Como amante que soy de las listas, aquí va una con 9 pensamientos negativos de los que hay que liberarse.
Pensamiento negativo N.º1
Si realmente supiera dibujar bien, siempre me gustarían todos mis dibujos.
Eso no es cierto. A veces te gusta un dibujo en cuanto lo acabas, otras veces no. A veces un dibujo que al principio no te gustó, dos semanas después te encanta, y un dibujo que al principio te parecía bueno, después te parece aburrido. Todo esto no son más que opiniones momentáneas. Un dibujo tiene su lugar dentro de todos los dibujos que se crean. Algunos son más expresivos, otros menos.
Pensamiento negativo N.º2
Si realmente supiera dibujar bien, siempre disfrutaría con ello.
Tampoco es cierto. Es completamente normal que el placer de dibujar no sea siempre el mismo en distintas ocasiones y circunstancias.
En la vida cotidiana, a veces te sientes cansado y apático, y a veces te sientes optimista y lleno de ganas. De igual manera, al dibujar, a veces te sientes cansado y apático, y a veces te sientes optimista y lleno de empuje. Así es la vida.
Pensamiento negativo N.º3
Si realmente supiera dibujar bien, a todo el mundo le gustarían mis dibujos.
Si siempre te dicen que haces muy buenos dibujos, una de dos: o solo se los enseñas a tu abuela o te esfuerzas por hacer dibujos de los que nadie tenga nada malo que decir. Siempre que adoptes una postura independiente e inequívoca encontrarás un claro rechazo. Y por las mismas razones por las que a unos no les gustarán tus dibujos, a otros sí les gustarán.
Pensamiento negativo N.º4
Si realmente supiera dibujar bien, podría dibujar todo lo que se espera de mí...
...como el logotipo de la empresa de costura de mi hermana, las ilustraciones del libro de poesía de mi amiga y los diseños de los nuevos muebles de salón. Pero eso no es cierto. Artista comercial, ilustrador y diseñador son profesiones independientes que requieren conocimientos especializados que nada tienen que ver con la capacidad de dibujar.
Pensamiento negativo N.º5
Si de verdad se me diera bien dibujar, podría dibujar de memoria a personas en cualquier pose, a cualquier animal y cualquier cosa de este mundo.
Ni siquiera los ilustradores experimentados pueden plasmarlo todo "tal cual" sobre el papel para que parezca una representación perfecta de lo que sea. Por ejemplo, los ilustradores que trabajan sobre temas diferentes, se orientan por fotos de referencia o se basan en obras anteriores. Nadie puede dibujar de forma realista "desde la mente" sin elaborados estudios preliminares.
Pensamiento negativo N.º6
Si realmente supiera dibujar bien, hace tiempo que habría dibujado retratos de toda mi familia.
¿Por qué ibas a hacerlo? En cualquier caso, no es cierto. Que tu familia sea lo más importante y querido para ti no significa que automáticamente tengas que convertirla en el tema de tu arte. Si realmente te sientes llamado a ser retratista, dibujarás tantos retratos ajenos que no tendrás tiempo para los de tu familia. Además, este mismo deseo de dibujar a familiares queridos es una excusa para justificar el tiempo que dedicas a dibujar. Sabes que esos retratos son la mejor manera de ganar puntos con tu familia (y contigo mismo).
Pensamiento negativo N.º7
Si pudiera dibujar realmente bien, nunca dudaría de que puedo dibujar bien.
La sensación de saber dibujar es fluctuante. A veces te sientes relativamente seguro de ti mismo y otras veces te sientes tan inseguro que no sabes qué hacer con el lápiz en la mano.
No solo los artistas, sino todas las personas tienen que enfrentarse a la duda una y otra vez. Nuestras dudas nos muestran nuestros límites, que luego superamos A PESAR de nuestras dudas. Dudamos, decidimos actuar, actuamos, avanzamos y volvemos a dudar, y así sucesivamente.
Pensamiento negativo N.º8
Si realmente supiera dibujar bien, tendría que dominar todas las técnicas de dibujo conocidas.
Las técnicas de dibujo son cuestión de gustos y, según el tuyo, puede gustarte mucho una y no gustarte nada la otra. A una persona le gusta el sombreado preciso hecho con un lápiz de mina, a otra las sombras difuminadas con el pulgar. ¿Por qué perder el tiempo con algo que no te gusta en absoluto? Probar cosas, sí, siempre, ¿pero pasarlo mal con ellas? No solo no tiene sentido sino que además te pone de mal humor.
Pensamiento negativo N.º9
Si supiera dibujar realmente bien, habría sacado mejor nota en arte en el colegio.
¿Acaso las buenas notas dicen más de una persona que su mera capacidad para adaptarse a un sistema escolar rígido? Mientras no haya una reforma fundamental, tendremos que vivir con el hecho de que en nuestras escuelas nos entrenan para compararnos y, por tanto, para igualarnos unos a otros. Si te sales de la línea en la escuela, recibes una mala nota. Quien NO se sale de la línea en arte... es muy poco probable que haga arte.
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